martes, 12 de abril de 2011

Bittersweet Symphony, prólogo y cap 1

Hola, bueno esto ya lo publique en mi otro blog... pero igual! aqui empieza de 0
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Prólogo



Esta es la historia de cómo llegué a donde estoy. De cómo destruí y a la vez mejore mi vida a los 16 años, pagándolo muy caro, tal vez demasiado, si, fue mucho. Yo era la chica perfecta, para los ojos de los que me rodeaban. Pero en realidad todo eso era lo que ocultaba mi verdadera personalidad, y mi vida. Hasta que un día por fin me revele. Hui de mi casa con mis “amigos” y termine en la nada, pero ese no es el lugar donde estoy, fuera de mi molde tal vez pero no en realidad. No se si me entiendes, se supone que yo seria feliz, que a partir de ese fin de semana en que abandone mi hogar iba a estar bien, y lo estaba pero no termino como yo quería. Como dicen: “No todo es color de rosa”, pero parte si lo es, esa es la única buena… la única que pude mejorar.
Pues si, la vida es injusta ¿Pero de verdad lo es? Digo ¿Vemos la realidad en la que estamos, o solo en la queremos estar?, yo no lo hice... y no me arrepiento de ello.

Ahora junto a mi hermana observo a todas aquellas personas, que alguna vez fueron parte de mi vida.



CAP 1




Era una noche de invierno, estaba con mi amiga Yaneth en mi habitación. Desde hacia unos meses me juntaba mucho con ella. Mis padres no lo aceptaban ya que ella provenía de una familia de baja clase social, y ellos querían que tuviera amigos sofisticados. Para su desgracia, yo nunca acataba esas reglas y seguía con mi vida. Por otro lado, Jason mi amigo de toda la vida, si le agradaba mi nueva amistad, aunque a los otros para nada.
Yaneth era una chica muy solitaria en la escuela, siempre almorzaba sola y no tenía casi amigos. Ella me agrado al instante, por eso cada día me pregunto ¿por que no le agrada a los demás? Rara tal vez era, pero amigable también y mucho.
- Avril – me llamo Yaneth - ¿Somos mejores amigas?
- Si, por supuesto – su pregunta me tomo desprevenida, era algo idiota pero igual se lo respondí con toda sinceridad. Ella me sonrió complacida con mi respuesta
- Me alegro, eres la primera amiga que tengo y espero que lo seas por siempre- me enternecieron sus palabras, aunque lo veía muy cursi, parecía un gran avance en su vida y por eso la abrace en modo de correspondencia.

Un golpe suave se escucho en la puerta, mi madre llamaba para avisarle a Yaneth que debía irse, pues su madre no paraba de llamar.
- Lo siento, ya sabes como son mis padres- dijo apenada.
- Tranquila, mañana nos vemos en el colegio…

La acompañe hasta la puerta y se marcho. No tardaron ni dos segundos cuando mi padre comenzó a gritar.

- ¡Por fin se fue esa niña tonta!, ya te dije que no quiero que te juntes con ella. ¿Donde están tus otros amigos, Jason, Kim, Erica, Adam…?
- Ellos también tienen una vida si no lo sabias, no puedo andar todo el tiempo con ellos- dije defendiéndome
- Avril, ¿Qué carajos dices? - esta vez estaba morado, la rabia lo hacia verse tenebroso – nos conviene que te juntes con ellos, traería beneficios muy importantes.
- Interesado- le dije fríamente
- Insolente, esto lo hacemos por ti- interrumpió mi madre- todo en esta familia estaba bien hasta que tu…

No pudo terminar la oración, a ella le dolía tanto como a mi, verán… mis padres no eran así conmigo, todo cambio desde la muerte de mi hermana Megan, de la cual soy culpable según mis padres.

*

Avril, ¿Puedes hacerme un favor?- Me decía Megan tapándome la vista de la TV
-Depende- le dije esquivándola para poder ver mi programa favorito. Me rendí al ver que no se movería, así que me puse seria y dejé que hablara.
-Esta noche me reuniré con unos amigos en Fire Bullet, y necesito que me cubras por si mamá y papá llegan temprano del bowling- escupió las palabras muy rápido, tanto que apenas le entendí. La miré incrédula, había ido el sábado pasado igualmente a escondidas, y volvía a hacerlo éste. – Por favor.
-Si, si, bien… Pero apártate, que quiero ver “law and order”- se me abalanzo encima y me beso el cachete- aaaah, dejame.
Luego de una hora y media, ni Megan ni mis padres aparecían. Comencé a preocuparme de que se hubiesen encontrado en el camino, así que tome el teléfono de la cocina y marque el número de Megan. Pero antes del primer tono, sono mi celular. Maldije por lo bajo y colgué para atender el otro.
-¿Aló?, ¿mamá?- pregunte a la señora de la otra línea.
-Hola querida, llamo para avisarles que llegaremos mas temprano, la policía esta por la zona, al parecer una pandilla anda suelta y… espera- dijo con tono nervioso- los encontraron, están en la disco… Fire Bullet.
Tuve que sostenerme del sofá para no caer. Justo ahí estaba Megan. No sabía si decirle a mis padres o callar. Lo mas seguro es que estuviera de regreso, y si hablaba metería a ella y a mi en líos. Tragué saliva y colgué el teléfono luego de mentirle a mi madre, diciéndole que Megan estaba en su habitación estudiando. Tome de nuevo el teléfono de la cocina para marcar su número. Uno, dos, tres y nada… lo intenté de nuevo, cuatro, cinco y salió el buzón de voz. Colgué y me senté en el suelo, las manos me comenzaban a sudar.
Esperé y esperé, hasta que escuche un carro afuera de la casa. Corrí hasta la ventana con la esperanza de ver a mi hermana afuera, pero no… solo eran mis padres. Mi corazón se agito, Megan no aparecía, y lo mas probable era lo que menos quería imaginar.
Corrí escaleras arriba y me encerré en la habitación de Megan. Intenté hacer un bulto en su cama para simular que era ella dormida, pero me salió una escultura toda deforme. Abrí con cuidado la puerta y me fijé si ya habían entrado Harvey y Nicole. Como no los oí, me metí rápidamente en mi habitación.
-¡Avril, Megan!, llegamos- gritaba mi padre desde el living. ¿Avril?
No sabía que hacer, si salir y decir la verdad o esperar señales de vida de Megan. Ahora más que nunca me arrepiento de no haberlo dicho desde que mi madre llamó, pues mis padres y yo fuimos en busca de Megan a Fire Bullet y nos encontramos con unas cuantas ambulancias. Nos explicaron que habían sacado pistolas dispararon como locos y que habían huido 4 de los homicidas. Al día siguiente fuimos a la morgue a identificar los cuerpos, a ver si alguno pertenecía a mi hermana. Yo espere sentada afuera, no quería tener que hacer esa tarea. Los nervios los tenia a flor de piel y un nudo inmenso se acumulaba en mi garganta. Luego de media hora, escuche un grito sordo acompañado de llanto por parte de mi madre, corrí hasta la habitación donde se encontraban los cuerpos, dos completamente desconocidos y uno perteneciente a mi hermana.
*

Desde entonces, ellos siempre buscan una escusa para molestarme o hacerme sentir culpable de la muerte de Megan. Eso me dolía mas que cualquier otra cosa.

Lo peor de todo, es que mi hermana ya no estaba y de cierta forma… comenzaba a pensar que si fui la culpable, de no haberla dejado irse estuviera ahora mismo con nosotros.

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