martes, 12 de abril de 2011

Bittersweet Symphony, cap 3


CAP 3



Bien, me perdí las clases. No fui y no pude avisarle a Jason sobre la salida con Yaneth. Las clases no me importaban mucho, al igual que mis padres que eran unos despreocupados.

Harvey y Nicole estaban en el trabajo, la casa la tenía para mi sola y me gustaba, no tener que verles la cara estando en casa, se sentía más que bien. Pero como siempre, Carla, estaba presente. Ella era amiga de una prima que no he visto en mucho tiempo, y cuando nos la presento a mis padres y a mí un día de visitas, jamás se fue. Con el tiempo nos fuimos acercando, hasta formar una amistad muy linda. Cuando necesitaba algún consejo, ella estaba ahí para ayudarme… más que una amiga era de cierto modo, una madre para mí. Si, ella cumplía perfectamente con ese papel, mi madre era una completa cagada a su lado y no me molestaría decírselo.

- Buenos días dormilona- me dijo Carla entrando a la cocina, donde yo desayunaba con un plato de cereal- ¿Por qué no fuiste a clases?
- Hola Carla- dije con una voz ronca. Me la aclaré- emmmm, me quede dormida.
- ¿Y tus padres? – preguntó. Me extraño su pregunta, ella más que nadie debe saber que trabajan.
- Me refiero a que no te despertaron – me aclaró al ver mi cara.
- Vamos Carla, tu mas que nadie debe saber que no les importo.
- No empecemos con eso, sabes que no es verdad- Carla siempre intentó al igual que Yaneth, a contradecirme cuando sacaba “ese” tema. Pero por más que lo hacían, yo insistía y terminaba ganando. En algunas ocasiones, fingía lo contrario para no generar una discusión incomoda.- ¿Sabes algo?, salgamos hoy.
- No me cambies el tema- le dije en tono de regaño.
- Ya, ya- dijo alzando ambas manos.- Solo digo, pues hoy no fuiste a clases y tienes toda una mañana libre.
- Será – dije suspirando. Sabia que lo hacia nada mas para distraerme.- Y… ¿A dónde quieres ir?
- Vayamos a caminar al parque, así hablaremos de todo lo que quieras – me dijo con una mirada burlona.
- Bien, déjame que me arreglo- le dije subiendo las escaleras sin preocuparme por el plato de cereal que deje sucio en la mesa.

Quería con todas las ganas del mundo contarle sobre mi nueva amistad, Yaneth… Y sobre lo que opinan Harvey y Nicole al respecto. Sabia que ella me ayudaría, pero no quería que me llevara la contraria de nuevo, todos lo hacían y eso me molestaba ¿Por qué no admitían de una vez la realidad? Mis padres me odiaban.
Desahogarme fue lo mejor que pude haber echo en mucho tiempo. Carla me escuchó atentamente a cada detalle que le contaba, dándome consejos al mismo tiempo. Decía que no le prestara atención a sus opiniones, pues era mi vida y si yo quería ser su amiga, lo era y punto. Pero no era ese el único problema… las agresiones de ellos hacia mi empeoraban cada día, por lo que también me deprimía. Mis brazos estaban completamente morados, ni Yaneth lo sabia, mucho menos Carla. Sabia que ella haría una locura contra eso, y lo menos que quería en estos momentos era a unos padres presos.
Las cosas se complicaron cuando a Carla se le ocurrió la maravillosa idea de preguntarme…
- ¿Por qué siempre usas camisas manga larga?

Maldita sea, pensé.

- No tiene nada de malo, me gustan así- le mentí. Intente sonar lo mas sincera posible, pero no salió muy bien.
- Claro – dijo con sarcasmo- no soy idiota.
- ¿A qué te refieres?- mierda mierda mierda mierda, dije en mi interior.
- Se te ve el moretón- dijo señalando una parte que sobresalía de mi sueter. En ese momento, pare de caminar. Me quede paralizada, parecía que me hubiesen enterrado en el suelo. Por mas que intentara esconderlo, Carla sabia lo que me pasaba… y el tono que utilizaba demostraba que lo sabía desde hace buen tiempo.
- Lo sé desde la semana antepasada- dijo adivinando mis pensamientos.
- ¿ Y por qué no me dijiste o hiciste algo al respecto?- dije dolida, si ella sabia lo de los golpes ¿Por qué no me defendió, ó habló conmigo?.- Ella no respondió.

En eso, comencé a caminar mas rápido, casi corriendo intentando dejarla a tras mientras lagrimas cubrían mi rostro.
- ¡Avril espera, te lo puedo explicar!- dijo corriendo tras mío.
- ¡Déjame sola traidora!- seguí corriendo sin importarme las miradas que me seguían.
- ¡Avril, no exageres las cosas, vuelve aquí ahora!- me grito, pero no le hice caso.
No deje de correr por casi tres minutos. Había quedado en una plaza que desconocía. El sol quemaba y yo estaba agotada. Busqué con la mirada señales de Carla, pero no apareció por ningún lado.
Nunca pensé que terminaría así, lo que comenzó siendo un día sin clases y sin padres… término siendo un día de engaños. Para ella exageraba, pero según mi punto de vista no. Ella me había traicionado, si hubiese echo algo mientras sabia que mis padres me agredían físicamente… tal vez seria un poco mas feliz. Pero no hizo nada.
- Avril, por todos lo cielos – Carla aparecía tras mío, lucia muy cansada- No sabes cuanto corrí.
- No me interesa.
- Si, si te importa.- dijo poniéndose seria- escucha, no lo hable contigo antes porque quería hablarlo con ellos primero.
- No entiendo.
- Verás, si hablaba contigo no serviría de nada, la cosa era resolverlo con tus padres.- eso tenía algo de lógica.
- ¿Funcionó?- dije sarcásticamente- NO, porque lo siguen haciendo.
- Lo resolveremos.
- No hables en plural- aunque ya no estaba molesta con ella, me divertía hacerla enojar.
Carla me lo explicó todo, y me sentí muy idiota por el alboroto que le hice. Desconfiar de ella no era costumbre mía, pero nada era igual en los últimos días… todo me parecía malo y negativo. Y ella era mi única salvación, por lo tanto si quería seguir viviendo con paz tenia que tenerla a mi lado.
- Lo siento, de verdad- le dije muy apenada, no me gustaba verla decepcionada.
- Descuida- me dedico una sonrisa.
Regresamos juntas caminando a casa, debían ser casi las dos de la tarde. Mientras hablábamos de cosas sin importancia, coche con alguien.
- ¡Huy ¡ lo siento- dije ayudándolo a pararse- ¿ Jason?- dije al reconocer a mi mejor amigo.

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